
El contacto piel con piel con el bebé no sólo beneficia el desarrollo físico del recién nacido, sino también su desarollo emocional. Además de regular su temperatura corporal, su frecuencia cardíaca y respiratoria, el contacto piel con piel disminuye las hormonas del estrés del bebé tras nacer, hace que se sienta seguro y confortable y potencia el vínculo afectivo que le unirá contigo de por vida. Disfruta de éste momento, es sólo vuestro.
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